martes, 1 de septiembre de 2009

...de viaje por el norte sur.

Ayer, deanbulando por la rockabilia nocturna del campo abierto conocí a un rinoceronte plateado con cuello de jirafa y nariz de mamut. Estaba sentado bajo un árbol de hojas marchitas y celestinas, mirando hacia el frente, con la mirada perdida en golondrinas que revoloteaban alegres, lo saludé y me senté a su lado, le tome la mano y le pedí que me contara algo sobre él, en un principio se negó, pero luego de varias caricias, algunas menos inocentes que otras, me contó sobre sus sueños y fantasías, sobre lo fantástico que es la vida en lo salvaje de lo totalmente desconocido y lo que significa realmente volar en alas de cartón. Me contó sobre su infancia y sobre el sexo premarital, sobre fantasías y alusiones extrañas a seres que no conozco, que no quiero conocer, pero que me facinan y asombran al punto de querer amarlos en sus repugnancias.
Cuando hubo parado de contarme su vida y filosofía le conté que tengo perros verdes agonizantes junto a gatos narcotraficantes, pero no me escuchó, el muy bastardo no quiso ni intento escucharme, él sólo pensaba en sus necesidades, en sus deseo y placeres, el tipo no escuchó nada de lo que le dije, ni siquiera cuando le abrí mi corazón y le conté sobre el dolor más grande de mi alma, sobre los abusos que corrieron sobre mí, sobre la angustia y agonía que sentí cuando nací, sobre mi total apertura, cuando enfrente la lluvia sin piel y cuando tomé como certero la certeza de que nada es real y que nada realmente importa, ya que sólo vivimos en un mundo de gracias anónimas y sentidos inútiles. Tras horas de llantos y alegóricas emociones, tras horas de intentos de que el bastardo alejase su mirada de las golondrinas, él sólo se calló, sólo me miró en silencio mientras hablaba, y para cuando notó que terminé, que callé mi parloteo, sólo me dijo que su madre fue una perra galgo con labrador y que su parto fue a través de huevo expuesto y a partir de un anoréxico amor adolescente... Pero luego me dijo algo que nunca olvidare. Me dijo :"Hay quienes nunca logran salir de sí mismos, nunca logran realmente entrar en otros y se engañan a sí mismos con una vagina que da cobijo y calor humano, pero no amor". Con esto me sentí pagado...

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Mmmm...

Una pregunta al publico cautivo que nunca observa... ¿Creen que la igualdad de condiciones se aplique a las fuertes emociones sentidas por un perro emotivo con ancias de gato o langosta?... Yo creo que si... Aunque las tildes nunca llegan al final de mi inconsiencia, pero la verdad es que no las quiero, las desecho y me enamoro de las comas, porque ellas sostienen la verdad de lo que leas, y ellas le dan sentido al universo, aunque todos sabemos que el universo no es mas que una combinacion de caracteres comenzando por la letra "u"...
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¡NO SE QUE BUSCO!

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¿Cuantas veces puede un perro ser divido en masas subatomicas sin perder su escencia emotiva-racional?