sábado, 14 de noviembre de 2009

Maquina

Una habitación iluminada sólo por las rajaduras del techo y una puerta abierta, una habitación completamente desierta, salvo por un hombre desnudo, tirado en el suelo cual estropajo, que mira desconsoladamente el cielo.
En la puerta se dibuja la silueta de un perro, sentado, el que luego de un par de segundos entra en la habitación, sentándose a un lado del hombre inmóvil, bajo un haz de luz que deja ver su destrozado y maltrecho cuerpo, de color verde mucosa, lleno de garrapatas y de rostro sangrante. A los pocos instantes un hombre se para a su lado, completamente desnudo, salvo por una corbata roja amarrada al cuello.
El hombre inmóvil gira sus ojos hacía el hombre de corbata, quien inicia la conversación.

-¿Recuerdas la última vez que te moviste? - Con calma casi angelical.

-No... pero ten por seguro que recordare para siempre el momento en que lo vuelva a hacer. - En su voz se nota la desesperación.

-¿Me odias por lo que te he hecho?

-No lo he decidido aún...

-¿No me crees responsable?

-No. Sé que eres el único responsable, no hay terceros, no hay motivos, no hay nada más que tu y yo, y sólo tú eres el responsable de mí.

-Eventualmente te matare.

-No hay otra opción.

-Si la hay.

-¿Cual?

-Muévete

-¿Cual es el sentido si eres tu quien me lo impide?

-Morirás.

-Seré una estatua. Una efigie para mi mismo. Sólo yo sabre que pise estas tierras, pero sólo yo
basto para ser significante.

-Es inevitable, nada de lo que digas cambiara el hecho de que ya eres una estatua, estas inmovilizado por tu propia vida, tu mente es la prisión de tu cuerpo y no al revés.

-¿Qué sabes tú de reflexiones? No eres más que un maldito, un torturador que me impide vivir y ser yo, no eres más que un perro.

-No me insultes, no caigas en la desesperación, ten fe de que el dios hecho maquina vendrá y salvara tu vida

-El significado no existe, la vida no tiene sentido.

-Eso crees tú, que vives como si no quedara más por vivir, que crees que lo has pensado y reflexionado todo.

-Claro que lo he hecho.

-No sabes nada, el mundo recién empieza. Con tu muerte. Tienes tanto de miedo, tanta incapacidad de asumirte, de crecer con el mundo, que te has inmovilizado, te has paralizado, las amarras no las he puesto yo, las creaste tu mismo y solo tu muerte las eliminara.

-Mierda, pura mierda. ¡MIERDA!

El hombre inmóvil comienza a convulsionar, su cuerpo moviéndose sin control es sólo detenido por amarras que salen de su piel y lo cubren completo, restringiéndolo e inmovilizándolo.

-Te lo puedo contar una y mil veces, pero si no abres los ojos y lo ves por ti mismo, nunca crearas el cambio que necesitas.

-¡Pico! ¡Pico para ti y todas tus creencias! ¡La vida no se soluciona con solo asumirse!, ¡¿Crees que no se que mis amarras son a causa de mis propias decisiones?! ¡¿Crees que no se que nadie más que yo podrá desatarlas?!... Pero no es tan simple... No basta con saberlo... Aún no me puedo mover... Aún me presionan las muñecas... No puedo... Necesito al dios... Necesito la maquina...

-Como gustes... Esta conversación no existió...

El hombre de corbata se aleja, cruza la puerta por la que llego, acompañado por el perro, lo más rápido que le permiten sus frágiles piernas. El hombre de las amarras queda sólo en el cuarto, la desesperación llena su rostro, su mirada, cada vez más agitada, se pierde, sus ojos se dilatan, el sudor lo empapa. Con su lengua siente el sabor de sus sangrantes encías, lentamente acariciando cara diente, boca totalmente abierta, mirada desesperada. Cierra los ojos, apretandolos fuertemente, respira profundamente y cierra con todas sus fuerzas la boca, cercenando la lengua.
El perro, al salir del pasillo que lo aleja del sufrimiento y caminando a duras penas, le grita al hombre de corbata: "¡La muerte no es la salvación! ¡La salvación no existe! ¡Matame! ¡Matame!" mientras empieza a vomitar y a gemir, se retuerce en el suelo, revolcándose e inflamandose, sus garrapatas comienzan a reventarce una a una, mientras el perro secreta toda su sangre a traves de las heridas que aquellos acaros le dejan. Inchado todo lo que su piel resiste, el perro dice sus últimas palabras: "El rezo de que la vida tenga algún sentido, el rezo de que el dolor tenga un motivo y una razón, el rezo de que todos seamos uno y vivamos en armonía con el universo, es un imposible, un sueño inalcanzable, la causa perdida que mandó a los hombres al infierno de sus pesadillas, que los arrastro a morir eternamente y crear a un dios que los castigara. No me perdono el haber fallado, así como no te perdono el habermelo provocado." al momento en que explota en miles de millones de arañas, de todo tipos y tamaños, que arancan y se esparcen por el lugar hasta no quedar una sola.
El hombre de corbata saca una navaja de su chaqueta, se corta la muñeca del brazo izquierdo, siguiendo la dirección de la vena. Levanta el brazo por sobre su cabeza, bañandose en su sangre, mientras se desamaya y cae tendido al suelo, desintegrandose a medida que el suelo trata de tragarlo.

0 comentarios:

Mmmm...

Una pregunta al publico cautivo que nunca observa... ¿Creen que la igualdad de condiciones se aplique a las fuertes emociones sentidas por un perro emotivo con ancias de gato o langosta?... Yo creo que si... Aunque las tildes nunca llegan al final de mi inconsiencia, pero la verdad es que no las quiero, las desecho y me enamoro de las comas, porque ellas sostienen la verdad de lo que leas, y ellas le dan sentido al universo, aunque todos sabemos que el universo no es mas que una combinacion de caracteres comenzando por la letra "u"...
Link to puscifer.com

¡NO SE QUE BUSCO!

Google
 

¿Cuantas veces puede un perro ser divido en masas subatomicas sin perder su escencia emotiva-racional?